Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha | 21 agosto 2025.

CCOO pide a Repsol que intervenga en la gasolinera Nueva MAYPA de Guadalajara

  • Las personas trabajadoras de la gasolinera afirman tener miedo de represalias físicas y verbales después de casi dos semanas de huelga

14 días de huelga, piquetes, una inspección de trabajo y 2 reuniones con la patronal no han sido suficientes para acabar con la pesadilla que sufren los trabajadores y trabajadoras de la Gasolinera Nueva MAYPA, en el Kilómetro 73 de la A-2 a su paso por Torija, en Guadalajara.

07/08/2025.
CCOO pide a Repsol que intervenga en la gasolinera Nueva MAYPA de Guadalajara

CCOO pide a Repsol que intervenga en la gasolinera Nueva MAYPA de Guadalajara

Desde hace meses los trabajadores y trabajadoras llevan denunciando una situación que califican de insostenible. Sus reclamaciones básicas, como una subida de su salario o medidas de salud y seguridad laboral parecen secundarias frente a su reclamación más importante, que se respete su integridad física y psíquica. 

De los 9 trabajadores y trabajadoras contratados en la gasolinera, la mitad sufren algún tipo de baja por estrés y ansiedad que, según achacan, se debe a las condiciones precarias y el trato vejatorio sufrido por parte del dueño de Nueva MAYPA SL. Estos motivos han sido objeto de denuncia frente a la Guardia Civil.

Los trabajadores y trabajadoras señalan sufrir faltas de respeto e insultos reiterados. El más grave de estos incidentes fue denunciado el pasado 5 de mayo por uno de los trabajadores.

Todo comenzó cuando éste llevó unos folletos sindicales a la gasolinera para informar a sus compañeros sobre los riesgos psicosociales en el trabajo. Según el denunciante el jefe rompió los documentos, los tiró a la basura y entre gritos y golpes a varias piezas de mobiliario amenazó al trabajador para que no volviera a traer más.

El trabajador cuenta que un momento posterior ese mismo día, frente a su petición para negociar las condiciones laborales de la plantilla, la respuesta del jefe fue contundente “un niñato no va a decirme lo que tengo que hacer, que quieres, que te pegue dos hostias” mientras tanto el hijo del dueño añadía “preferimos pagar multas a subiros un solo euro de sueldo”, que fue acompañado por un fuerte empujón al trabajador. 

No es el único que ha sufrido tratos similares. Las personas trabajadoras cuentan cómo una de sus compañeras, de baja por ansiedad a raíz de la situación diaria a la que afirma estar sometida, ha recibido una llamada del entorno cercano al empresario con el objetivo de presionarla

Pocos días antes de que empezaran las protestas el empresario llegó a declarar frente a los trabajadores y trabajadoras que le dijeran a un compañero “que la brujería me la paso por los cojones”, haciendo referencia a su origen peruano. Para la plantilla es una declaración con unas connotaciones marcadamente racistas y basadas en estereotipos xenófobos.

A los casos anteriores se le suman otros tantos episodios ocurridos durante el ejercicio de la huelga de los trabajadores. La plantilla ha sido víctima de provocaciones, peinetas e insultos por parte de la familia y el entorno próximo al empresario. A pesar de la gravedad de la situación, las personas trabajadoras indican que estos hechos no han estado exentos de situaciones berlanguianas cómo las que se produjeron el miércoles pasado. Tal y como cuentan los trabajadores y trabajadoras, nada más llegar a la gasolinera, el jefe y su pareja pasaron por delante de ellos y ellas en actitud desafiante en un coche de alta gama con el “cara al sol” a todo volumen mientras ella hacía el gesto de una pistola con las manos disparando a los trabajadores y trabajadoras.

Para ellos y ellas estos comportamientos dejan patente la absoluta falta de respeto y consideración que el jefe tiene con la plantilla.

Según el Secretario de Industria de Comisiones Obreras en Guadalajara Eduardo Boga estos episodios mencionados previamente suponen además la prueba de que el empresario vulnera los derechos sindicales de los trabajadores. 

Desde el inicio de la huelga el jefe de Nueva MAYPA se ha encargado personalmente de ejercer las funciones de sus trabajadores repostando y cobrando a los clientes, algo que según cuentan los trabajadores, jamás había hecho. 

Para Eduardo Boga esto supone un claro ejercicio de esquirolaje interno, que fue motivo de una denuncia a la inspección de trabajo el pasado 25 de julio, día en que comenzó la huelga de los trabajadores. Los inspectores corroboraron los hechos debido a que fue el propio jefe quien reconoció no ejercer estas funciones habitualmente. 

El Secretario señala que el empresario presenta una actitud agresiva, desquiciada y completamente cerrada ante cualquier intento de negociación. Ha sido necesaria la intervención conjunta del sindicato y la CEOE para abrir una mesa de negociación y una mediación con el objetivo de buscar una solución al conflicto. A pesar de los esfuerzos de las partes implicadas, ambos encuentro han sido completamente infructuosos debido a la irrespetuosa actitud del empresario, que incluso ha denunciado a los trabajadores durante las reuniones, acusándoles de realizar “brujería y vudú”.

Los trabajadores y trabajadoras han señalado que este comportamiento ha venido acompañado de insultos y amenazas verbales incentivados por la pareja del empresario, que ejerce como concejala de Vox en Marchamalo. Para el Secretario de Industria el empresario y su familia están convirtiendo este conflicto laboral en una cuestión política.

Según denuncia Boga el empresario está intentando hacer presión por medios externos, el primero de ellos el Ayuntamiento de Torija. Los trabajadores y trabajadoras señalan que durante el primer fin de semana de la huelga el alcalde acudió a la gasolinera pero que, en lugar de reunirse con ellos y ellas para interesarse por sus reivindicaciones, tan sólo mantuvo reuniones con el jefe de la gasolinera.

Adicionalmente a lo anterior, dos medios de prensa ya han realizado sendos artículos en los que sitúan al empresario como la víctima de esta situación, mientras ignoran deliberadamente la situación de los trabajadores y trabajadoras, a los que criminalizan por ejercer sus derechos.

El Secretario de Industria pide la intervención de Repsol en el conflicto, ya que según afirma, el empresario está vulnerando el código ético de la compañía y su actitud hostil está bloqueando cualquier resolución que permita poner fin al conflicto.

Además la plantilla asegura estar aterrorizada de volver a su puesto de trabajo tras la huelga por las posibles represalias que pudiera ejercer el empresario sobre ellos.